miércoles, 9 de febrero de 2011

Confusión unida a desilusión
a una imaginación vacía
que descuartiza el momento inhumano de saber de tu existencia perdida
Condenas un movimiento primitivo a un número como si permanecieses dormido
y llegado ese día, despertases por un momento
Saber que no quieres saber
que existe un yo que sigue aquí, me desconsuela
pero se me enreda el alma cuando creo que me hablas
en medio de un silencio incómodo con tu amada

Realizas movimientos bruscos, incorregibles a tu edad
demasiados años ocurridos, tu mecanismo nunca cambiará
y ese día a esa hora llamarás
llorando y gritando:
¡te he dejado escapar!

El aullido inaudito no se dejará oir y con tu miedo embustero querrás salir
¿porqué volver? ¿porqué ese día y no un 23?

Me consuelo sabiendo que mi coraza aguantó, después de muchos tiros
sabiendo que no pediste perdón aunque sería raro que alguien a quien considero ahora un extraño, le diese por hablar.

No hay comentarios: