Hemos dejado actuar demasiadas veces a nuestro subconsciente y.. llegada la hora de la verdad no sabemos en que punto exacto de nosotros mimos nos encontramos. Quizá decirnos lo que pensábamos, desear que el que nos observa desde el espejo no sea más que nuestro antireflejo, haya sido la gota que colmó la copa de vino que derramaste.. Tenemos que volver a llenarla, a gritarte a la cara que no, que no estoy colocada de speed, que hablo porque ha llegado el momento de tener que hablarte, que necesito decírtelo en este momento, ahora. Que no quiero llegar a la tumba y decir, joder ya no hay tiempo.